C'est la vie

Calificación: **1/2. Título original: C'est la vie. Año de producción: 2001. Guión y Dirección: Jean-Pierre Améris. Actores: Jacques Dutronc, Sandrine Bonnaire, Emmanuella Riva, Jacques Spiesser, Annie Grégorio.

Es una pequeña película, digna y meditada, sobre el arte de morir en paz. Merece encontrar un público que, en vez de preocuparse por la consistencia de los personajes y los giros de la historia, se concentre en la humanidad de los temas que enuncia y en la triste realidad que documenta. Cést la vie –Cineplex, la distribuidora colombiana, la ha subtitulado Última oportunidad de amar- es una producción llena de vacíos, silencios sin salida y momentos fuera de contexto, sí, pero quien haya sido testigo de alguna enfermedad se sentirá realmente involucrado. Fue estrenada hace casi tres semanas. Y su honestidad la mantendrá, por un buen tiempo, en uno o dos teatros del país.      

Se basa en los testimonios de un libro titulado La muerte íntima, presenta las rutinas de una casa de la vida real en donde se ayuda a los enfermos terminales a recibir la muerte e intenta responder, según Jean Pierre Améris, el director, autor de la escalofriante Malas compañías, algunas de las preguntas más aterradoras que pueden formularse: "¿qué pasa en esos últimos instantes: decimos palabras que nunca dijimos?, ¿hacemos gestos que jamás nos atrevimos a hacer?, ¿por qué convertimos en tabú algo que va a pasarnos a todos?" 

Es una historia sencilla: el orgulloso Dimitri reconoce que está a punto de morir; conoce a Suzanne, una enfermera voluntaria, en aquella casa ocupada por hombres y mujeres aquejados por todos los males conocidos; cree ver, en esa última relación, el sentido de la vida en el mundo. Quienes buscan temas de discusión y duras realidades en el cine aún están a tiempo de verla.