Los excéntricos Tenenbaum

Calificación: ***1/2. Título original: The Royal Tenenbaums. Año de producción: 2001. Dirección: Wes Anderson. Guión: Owen Wilson y Wes Anderson. Actores: Gene Hackman, Anjelica Huston, Gwyneth Paltrow, Ben Stiller, Luke Wilson, Owen Wilson, Danny Glover, Bill Murray.

Los Tenenbaum nacieron en el mundo equivocado. Es por eso que su lógica resulta absurda y sus problemas, sus actos y sus soluciones no parecen tener sentido. Sí, eso es lo que los convierte en una familia: que se sienten incómodos en la vida, se han hastiado de todo antes de tiempo y no son capaces de establecer un diálogo con nadie. Royal, el padre, que los quiere mucho a todos pero no recuerda bien sus nombres, pronto se aburrió de tanta cotidianidad y se marchó de la casa a petición de Etheline, la madre, que crió sola a los tres hijos sin entrar del todo en sus extraños mundos de niños prodigio.

Así fue. Bajo la mirada irónica del padre y junto al amor distante de la madre, los niños Tenenbaum crecieron muy rápido: Chas, el mayor, se convirtió en genio de las finanzas cuando llegó a la adolescencia; Margot, la hija adoptada, recibió la beca Braverman y pronto escribió su primera obra de teatro; Richie, el bondadoso, abandonó la pintura para hacerse tenista y se convirtió en el campeón de los Juegos Nacionales de Estados Unidos. Ahora, cuando comienza Los excéntricos Tenenbaum, los miembros de la familia han superado los peores veinte años de sus vidas. Y, por una suma de accidentes, tendrán que compartir, de nuevo, el mismo techo.

Es gracias a esa angustiosa reunión familiar que Wes Anderson, el director, célebre por Bottle Rocket y Rushmore, comprueba su personalísima forma de ver el desastre que ocurre en cada hombre. Para ello, para reírse de la torpeza humana, ha contado una vez más con la ayuda de los hermanos Owen, Andrew y Luke Wilson, sus compañeros en la Universidad de Texas, detrás y delante de la cámara. Es por eso, porque el primero ha actuado de nuevo y ha ayudado en la escritura del guión y el último ha vuelto a interpretar uno de los personajes principales, por lo que se siente que estamos ante el nuevo capítulo de la misma historia, la de aquellos seres geniales y egocéntricos que no logran pertenecer a nada pero consiguen, de alguna manera, sobrevivir. 

En Rushmore, que se llama Tres son multitud en los alquileres de video, un estudiante de último año con ideas de genio y energía de idiota, se enamora de una profesora de su colegio y se hace amigo de un triste millonario que es tan creativo, tan mal vestido y tan egoísta como él: en Los excéntricos Tenenbaum, todos los personajes, desde el contador de la familia hasta el neurólogo obsesionado con un joven psicópata, también están encerrados en ellos mismos, se consumen en sus propios proyectos y son capaces de hacer cualquier cosa para conseguir lo que quieren.

Así es. Los taxis decadentes, la ropa de cómic, los pequeños secretos de esta familia sin norte, el cinismo que nos impide identificarnos con los protagonistas: todo parece indicar que es Wes Anderson, el autor, quien ha nacido en el mundo equivocado. Por fortuna.